Sección Desde Llano Adentro

EL PLÁTANO TOPOCHO

Este plátano tiene su origen en Asia meridional, siendo conocido en el Mediterráneo desde el año 650 d.C. La especie llegó a Canarias en el siglo XV y desde allí fue llevado a América en el año 1516. A los Llanos fue introducido por el misionero Jesuita Padre José Gumilla por allá a finales del siglo XVI, ingresándolo por la ruta océano atlántico, río Orinoco, río Meta.
El plátano topocho es una especie media entre el plátano y el cambur, pero el sabor de la fruta los diferencia. La planta del topocho tiene más resistencia al tiempo seco que otras variedades de plátano.
Posee un gran número de nombres comunes según la región como ‘‘cachaco‘‘, ‘‘topocho‘‘, ‘‘Cuatrofilos‘‘, “Popocho”, “ Locho”, “Tresfilos”, . El cuerpo del fruto, de mediano a grueso, es casi recto por su lado ventral. Cuando madura el pericarpio es amarillo sin cera y el endocarpio crema – rosada pálido. Sus Dimensiones promedio son de 15 a 20 centímetros.
El plátano Topocho es un alimento altamente energético, cuyos Hidratos de Carbono son fácilmente asimilables. Un plátano topocho pesa de 200 a 300 g, según la variedad, y contiene de 60% a 80% de pulpa comestible.
Contiene además vitaminas  A, B1, B2, C y E, Potasio, Fósforo,  Magnesio, Hierro, Zinc y Tanino.
Fuera de ser un fruto de alto consumo humano, la pulpa tiene propiedades medicinales eficaces para contrarrestar las diarreas infantiles graves, además es bien tolerado por el organismo, ejerce una acción favorable sobre la Biota intestinal. Se utiliza para extraer harinas para el consumo humano, especialmente para niños. El campesino lo saca al sol, lo pulveriza y obtiene una harina pura que se utiliza para el alimento diario de los niños.”

Fuente citada:

JIMENEZ, CASTELLANOS, Rubén Darío. Tubérculos, Leguminosas y raíces alimentarias. Editorial UNISUR, 1994. - Fotografías Alex Guzmán A.

La Oveja o Ganado Ovino

La  Oveja  o Ganado  Ovino, fue  uno de los  primeros  animales domesticados por  el hombre,  posiblemente por su  pequeño  tamaño, docilidad y producción diversificada,  proporcionando  alimento,  vestido  y  una  gama  de  productos destinados a la producción Artesanal o Agroindustrial.

Hasta ahora  no  ha sido  posible precisar con exactitud el origen de las ovejas, sin  embargo se  cree  que la oveja  domestica  tuvo  su origen en Europa y las regiones  frías  de  Asia.  Las  ovejas   llegan    por  vez  primera  al  continente americano  en  el  segundo  viaje   de  Cristóbal   Colón  en  1493.  Cuando  se  implantaron las llamadas  encomiendas, donde  eran asignados lotes de tierra, aborígenes y 50 animales para su consumo y cría. Estos primeros animales al encontrar   una  tierra  exuberante   en  vegetación   y  sin  fríos  invernales, se multiplicaron   generosamente,   extendiéndose   por   la   mayor   parte   de  la geografía  nacional.

De  estos  animales  solo  sobrevivieron  los  más  rústicos,  los  cuales   fueron adaptándose poco a poco a estas zonas  de  elevada carga  parasitaria, dando origen a nuestra Oveja Criolla.

RAZAS DE OVINOS

La  Historia   genética ovina  nacional, comienza  con  los animales traídos desde España durante  la conquista, los  cuales en  su proceso de  adaptación sufrieron cambios, dando origen a un animal de escaso desarrollo corporal, conocido como “La Oveja Criolla”. Con el  advenimiento del  siglo  XX, son  importadas  razas  de origen tropical, conocidas  como razas de pelo, originarias de África, no producen lana y muestran inclinación para la producción de carne. La  Raza  Predominante  en  Venezuela y en Colombia es la West  African, la cual se caracteriza por  presentar  una  constitución  maciza  y rustica. Su color varía de marrón claro hasta el rojo intenso, y su cabeza es larga y fina con carencia de cuernos. Vea video de criadero de ganaderia ovina en Pto. Gaitan Meta:




LOS CABALLOS PUEDEN RECONOCER LAS EMOCIONES HUMANAS

Los caballos pueden reconocer las diferentes expresiones faciales humanas y distinguir emociones como la alegría y el enfado, según reveló hoy un estudio de la Universidad inglesa de Sussex. 
En el experimento, cuyos resultados publicó la revista "Biology Letters", los investigadores analizaron la reacción de 28 caballos tras presentarles fotografías con la cara de un varón que mostraba tanto sentimientos positivos como negativos.
La codirectora de la investigación, Amy Smith, explicó que "el principal resultado fue descubrir que miraban (las caras de enfado) a través de su ojo izquierdo".
Como todos los cerebros de mamíferos, la información que reciben por esta vía ocular se transmite al hemisferio derecho, que es el encargado de procesar los "estímulos negativos". Los científicos también descubrieron que el ritmo cardíaco de estos animales se incrementaba de forma significativa cuando quedaba expuestos ante rostros de ira o enfado.
También encontraron que otras especies, como los perros, contemplan las acciones negativas por medio del ojo izquierdo. Tal y como apuntó Smith, los caballos manifestaban una "respuesta más fuerte ante expresiones negativas que positivas", lo que se debe a la importancia que le conceden "a reconocer posibles amenazas en su entorno". "Reconocer caras de enfado se convierte en un sistema de alarma que permite a los caballos anticiparse a comportamientos humanos negativos", remarcó la investigadora. 
Para los científicos el reconocimiento de las emociones de las personas se encuentra en la domesticación, que habría permitido a los equinos adaptarse e interpretar la conducta de hombres y mujeres. Los investigadores apuntaron que sus resultados demuestran el "impacto" que el comportamiento humano tiene sobre estos animales. 
Fuente: Emol.com 
Fotografía Alex Guzmán

EL PIEDEMONTE LLANERO


Morichales a 20 Kms de la cordillara oriental en Villavicencio.

El terreno ubicado en la base de la vertiente oriental de la cordillera Oriental, conocido como el piedemonte llanero, es una estrecha franja ubicada entre los 700 y 500 msnm, que tiene un clima típicamente llanero, con temperaturas medias de 23 a 30 ºC y un régimen de lluvias biestacional con 3.000 a 4.000 mm de precipitación anual.
Se formó a finales del Terciario y durante el Cuaternario —entre cinco millones y 10.000 años— por el poderoso transporte de rocas y detritus que descendieron a través de los cañones y valles montañosos y se depositaron en el pie de las montañas formando abanicos o conos de deyección; los sedimentos más finos llegaron a una gran distancia de la cordillera. En el Pleistoceno —entre 600.000 y 10.000 años— se levantó todo el bloque de tierras al oriente del río Meta, lo que formó la altillanura, una franja plana a la que no llegaron más sedimentos aluviales. Los movimientos tectónicos que levantaron el borde de la cordillera, en ciertos sectores elevaron los abanicos y el terreno plano se inclinó hacia la montaña, de tal manera que en dirección al llano quedó un escarpe abrupto, como el que se observa en algunas serranías bajas cerca de Yopal; posteriormente los procesos erosivos se encargaron de modelar el terreno para generar diferentes formas de relieve, como terrazas escalonadas, terrazas planas y profundamente disectadas por amplios valles y pequeñas serranías.
Morichales en la hacienda Apiay. 20 km de Villavicencio.
Durante cada creciente los ríos aportan en el piedemonte nuevos materiales que se depositan sobre el cono mismo, formando una extensa zona de explayamiento con un cauce trenzado que en algunos casos puede alcanzar cientos de metros. Debido a los flujos torrenciales y a su desborde, el terreno del piedemonte se torna inestable, lo que representa una gran amenaza para la vida, los ecosistemas y las obras de infraestructura; según el profesor Antonio Flórez, sus principales causas son las siguientes:

OJO DE VENADO - OJO DE BUEY


El “ojo de buey” o también conocida como “ojo de venado” es una semilla de tamaño mediano que recibe su nombre por la apariencia con el ojo del animal.
La planta madre de estas semillas es un bejuco que trepa en grandes arboles de la cual existen tres especies en América.

En medicina tradicional los frutos se usan contra la hidropesía, las raíces contra el cólera. Las hojas se usan para curar hemorroides; las semillas se toman en infusión como antihemorroidal, también han sido reportadas contra mordeduras de serpientes. La cocción de la raíz se recomienda contra el cólera, el extracto de las hojas para curar hemorroides. Se le atribuye poderes mágico-religiosos a la semilla.

EL SILBÓN



LOS CUENTOS DE PASCUAL
Mitos y Leyendas del piedemonte llanero

ALBERTO BAQUERO NARIÑO

EL SILBÓN
Ya entrado el atardecer y mientras tomábamos guarulo, mezcla de agua de panela y café, de nuevo le solicitamos a Pascual Herrera "Campesino de las montañas de Oriente de Cundinamarca, por más señas de Puente Quetame" que efectuara el consabido relato sobre los duendes que empiezan sus penitentes andanzas, entre las 8 y las 12 de la noche de todos los días. Las montañas desde donde contemplábamos el horizonte llanero "aquella extensa tierra plana que nos invita a cada instante" son el lugar donde vivimos, Villavicencio, capital de frontera interior, cuidando las vaquillas lecheras, las gallinas, los naranjos, los mandarinos, las pequeñas plataneras, el cacao, los cafetos y uno que otro marranito. Eran lugares de la antigua hacienda El Buque, de los Convers, que a principios de 1900 tenía plantaciones de café, caña de azúcar, trapiche, una Pelton para generar energía y una ganadería poderosa.
La casa de la Hacienda fué canibalizada, destruida, cuando llegó "el progreso". Se ferió todo. Ahora tan solo es una ruina miserable invadida por una urbanización. Igual pasó con las haciendas de Vanguardia de don Emiliano Restrepó a finales del siglo XIX, y Apiay, la gran hacienda de los Jesuítas por estos lares, en 1680.
— Los duendes —empezó Pascual— son caminantes noctámbulos, que no han encontrado la paz de los sepulcros y anhelan nuevas compañías para su interminable peregrinación. Son los mensajeros de la otra vida, sin figura corporal como nosotros.
— Quizá en su existencia material cometieron una gran falta, un gran pecado; tal vez, cuando fueron humanos hicieron pactos de magia negra para cumplirlos en la muerte. Pueden ser también almas errantes victimas de la herencia o arrepentidas por haber disfrutado desaforadamente las veleidades de un mundo cruel, que desde luego, jamás entendieron. Son espíritus condenados a permanecer andando en pago por acciones perversas de sus cuerpos anteriores, así dicen.

EL PÁTO GUIRE O GUIRIRÍ. (Dendrocygna viduata)

Este simpático animalito recibe varios nombres dependiendo de la región o país donde se encuentra; sirirí cariblanco, sirirí de la pampa, suirirí cariblanco o yaguasa careta etc. En los llanos de Colombia y Venezuela se le nombra como Guirirí o pato guire. Este pato mide unos 50 cm de largo, tiene una envergadura de sus alas de aproximadamente 90 cm y llega a pesar 700 y a veces un poco más. El plumaje es similar en ambos sexos por lo que es algo difícil distinguir la hembra del macho a simple vista.

El pato guirirí es natural de Africa y America, se encuentra desde Costa Rica, y en sur América en Colombia, Venezuela, las Guayanas, Amazonas, Chile, Perú, Argentina, Uruguay hasta Bolivia, siempre desde el nivel del mar hasta los 1000 mts de altura.
Recorre grandes distancias buscando alimentación y las lagunas y esteros en épocas de lluvias, también es común encontrarlo en las orillas de los ríos y zonas anegadas. 
Durante la noche vuelan y se puede sentir su actividad que la evidencia el sonido que hacen en grandes grupos “guirirí…guirirí…guirirí”, otros aseguran que su sonido es sirirí...sirirí y así le denominan en otras regiones. Convive tranquilamente en su habitad con otras especies de patos y otras aves, se destacan en las lagunas por ser numerosos.
Comúnmente el nido lo construyen entre pastos altos y este hecho de la misma hierba, tiene alguna forma de recipiente, también pueden anidar en las ramas bajas de arbustos y hasta se ha visto sus nidos entre troncos de árboles huecos.
En cuanto a la reproducción los patos guires pueden encubar entre 6 a 14 huevos entre papa y mamá guire se turnan el nido en la tarea. Los tiernos polluelos nacen entre los 24 y 30 días con un plumaje blanco que va cambiando a marrón. Los padres acompañan sus polluelos hasta pasados los dos meses.
Los patos guirirí se domestican fácilmente en las fincas, solo es tenerles una poceta con buen agua limpia para sus acostumbradas zambullidas y proveerles alimento cuya dieta es similar a las de las gallinas.
El pato Guire se ha visto amenazado por la caza indiscriminada e ilegal y en zonas anegadas de los llanos casanareños y araucanos, se ha ido y no regresa huyendo de los cazadores y desde luego por que la persecución ha mermado su población y sus huevos también son objetivo de los depredadores humanos.
Cuidemos el patico guire es un hermoso habitante de las llanuras y fue puesto por el Creador allí no solo para embellecer el paisaje, sino para cumplir una función que contribuye a mantener el equilibrio de estos ecosistemas.

EL PÁTO GUIRE O GUIRIRÍ. (Dendrocygna viduata)


Este simpático animalito recibe varios nombres dependiendo de la región o país donde se encuentra; sirirí cariblanco, sirirí de la pampa, suirirí cariblanco  o yaguasa careta etc. En los llanos de Colombia y Venezuela se le nombra como Guirirí o pato guire. Este pato mide unos 50 cm de largo, tiene una envergadura de sus alas de aproximadamente 90 cm y llega a pesar 700 y a veces un poco más. El plumaje es similar en ambos sexos por lo que es algo difícil distinguir la hembra del macho a simple vista.
El pato guirirí es natural de Africa y America, se encuentra desde Costa Rica, y en sur América en Colombia, Venezuela, las Guayanas, Amazonas, Chile, Perú, Argentina, Uruguay  hasta Bolivia, siempre desde el nivel del mar hasta los 1000 mts de altura.
Recorre grandes distancias buscando alimentación y las lagunas y esteros en épocas de lluvias, también es común encontrarlo en las orillas de los ríos y zonas anegadas.
Durante la noche vuelan y se puede sentir su actividad que la evidencia el sonido que hacen en grandes grupos “guirirí…guirirí…guirirí”, otros aseguran que su sonido es sirirí...sirirí y así le denominan en otras regiones. Convive tranquilamente en su habitad con otras especies de patos y otras aves, se destacan en las lagunas por ser numerosos.
Comúnmente el nido lo construyen entre pastos altos y este hecho de la misma hierba, tiene alguna forma de recipiente, también pueden anidar en las ramas bajas de arbustos y hasta se ha visto sus nidos entre troncos de árboles huecos.
En cuanto a la reproducción los patos guires pueden encubar entre 6 a 14 huevos entre papa y mamá guire se turnan el nido en la tarea. Los tiernos polluelos nacen entre los 24 y 30 días con un plumaje blanco que va cambiando a marrón. Los padres acompañan sus polluelos hasta pasados los dos meses.
Los patos guirirí se domestican fácilmente en las fincas, solo es tenerles una poceta con buen agua limpia para sus acostumbradas zambullidas y proveerles alimento cuya dieta es similar a  las de las gallinas.
El pato Guire se ha visto amenazado por la caza indiscriminada e ilegal y en zonas anegadas de los llanos casanareños y araucanos, se ha ido y no regresa huyendo de los cazadores y desde luego por que la persecución ha mermado su población y sus huevos también son objetivo de los depredadores humanos.


Cuidemos el patico guire es un hermoso habitante de las llanuras y fue puesto por el Creador allí no solo para embellecer el paisaje, sino para cumplir una función que contribuye a mantener el equilibrio de estos ecosistemas. 

EL TIRAPIEDRA - Mitos y Leyendas del piedemonte llanero



LOS CUENTOS DE PASCUAL
Mitos y Leyendas del piedemonte llanero

ALBERTO BAQUERO NARIÑO
— Dicen que por los caminos viejos no se debe andar después del atardecer, afirmó Pascual lanzando su mirada entre nosotros.
— Por qué? preguntamos en coro.
— Porque los espíritus salen a recorrerlos, a recordar sus tiempos y a llorar sus penas y es malo encontrarse con ellos porque se les interrumpe. Hoy les tengo una historia que les va a gustar. Se trata de las acciones de El Tirapiedra que se instaló por estos lares y deambula por las montañas de la región asustando a los caminantes nocturnos.
— Y de dónde salió El Tirapiedras?
— Salió de la muerte de un estudiante de la Nacional cuyo nombre completo nadie supo jamás. Le dían "el muerto" porque era flaco, pálido y casi nunca hablaba. Era de Villavicencio y se las tiraba de llanero. Jamás se le vió cantar una copla, ni bailar un joropo.
El tino que tenía ese hombre era mortal; sus manos disparaban piedras de gran tamaño con precisión y fuerza increíbles y a distancias bastante apreciables. Se la pasaba participando en cuanta manifestación se presentara, porque era un ser rebelde a quien le atormentaban las continuas injusticias que soportaba la gente. Pero estaba anarquizado, actuaba sin ley ni principios. Así logró matar a centeneres de policías y millones de animales cuando le venía en gana. Una vez le colocó un pedradón en la cabeza a un presidente y si no es por la dureza del sombrero de copa que llevaba, lo mata. Siempre ejecutaba sus hazañas a distancias incalculables para los guardias de seguridad y por eso jamás lo cogieron. Otra vez le dió por limpiar la ciudad de maricas, putas y hampones y todos los días morían de un pedradón que venía de no se dónde, tres o cuatro de ellos. Nadie jamás llegó siquiera a pensar que sus flacos brazos y sus enjutas espaldas pudieran maltratar a unamosca, menos a la gente, pues además detestaba las armas.
Se reía en las pedreas universitarias pero era el causante de tragedias mayores porque cuando se decidía a tomar partido, elegía el tamaño de las piedras que fueran bien filosas y luego escogía sus víctimas ojalá oficiales para que fuera mayor el efecto y zás, le clavaba en medio de la frente el totazo letal.
Pero el paso inexorable del tiempo le jugó una mala pasada que lo llevó a él y a varias víctimas inocentes a la tumba. Empezó por acercarse demasiado porque veía borroso de lejos. Después empezó a fallar y sus pedradones se perdían en el vacío o solamente lesionaban a las víctimas con escalabraduras.
La ocasión de su falla definitiva se veía venir. Así que resolvió matar a uno de los jefes del tenebroso Servicio de Inteligencia Colombiana SIC, que en épocas de la violencia (1948-1960),sembró el terror en los campos y ciudades de Colombia. Este exjefe posaba de prominente hombre público y eminente profesional pero era el culpable del corte de franela, las cámaras de tortura y demás importaciones del tétrico laboratorio del General Franco en época del falangismo español.
Así, preparó el ataque minuciosamente y como era su último golpe entrenó por primera vez en su vida. Seleccionó los guijarros y decidió la fecha y la hora del atentado. Cuando lanzó su piedra contra el sádico asesino, se resbaló y el pedradón golpeó pesadamente en la cabeza de un niño reventándola al instante. Pero no se pudo contener por su fracaso y volvió a lanzar otro guijarro pegándole en la espalda al asesino y rebotando en la cara de una mujer. Se enloqueció y la emprendió contra todos, hasta que la multitud reaccionó respondiendo de igual manera.
Antes de morir reventado a piedra, logró matar a siete niños, ocho mujeres, tres varones y causar heridas a catorce personas más. Su condena consiste en deambular por los caminos antiguos y tirar piedras que no le pegan a quien se mueva, porque perdió el tino.

— Voy a contarles lo que nos pasó al mono Rosendo y a mí un día que se nos hizo tarde.

— Nos habíamos quedado un rato donde Doña Rosario, —alma bendita— tomándonos unas polas, luego de la dura jornada.

Veníamos por el camino antiguo a eso de las 9 de la noche. Pasamos tranquilos "Caño Blanco" y subíamos por entre ese pedregal. Al frente de donde hoy es la finca de Don Manuel Rodríguez, oímos el primer pedradón como a cinco metros; volvimos a mirar pensando que era un animal, pero no vimos nada. A los tres minutos sentimos otro pedradón ahora más cerca y tampoco miramos nada. Solo escuchamos que rodaba algo. Y enseguida un pedradón un metro adelante, otro a cincuenta centímetros atrás, cada vez más grande. Entonces con las linternas alumbramos a los árboles sin encontrar nada arriba, abajo o al lado. Yo le dije a Rosendo que no nos paráramos y que no chistáramos nada porque era el duende Tirapiedra y que lo único que nos salvaba era ignorarlo, no sentir miedo y menos quedarse quieto. En Quetame me habían contado que si nos deteníamos, las piedras se volvían de verdad y nos mataban como le pasó a Don Camilo Sastoque en una Vereda de El Calvario, que un día lo encontraron en el camino viejo, sin un hueso sano, moribundo, en medio de un montón de piedras. Era un hombre de los que no tienen miedo, pero de lo puro berraco, se atrevió a desafiar al duende.



Ilustración de Jairo Ruíz Churión.

— Yo sostuve el paso hasta que sentí que Rosendo se había quedado y no podía caminar. Y las pedradas cada vez más cerca casi me daban en los piés. Como ya íbamos a llegar a un claro y había buena luna, también sabía que el Tirapiedra necesita los árboles para joder a los humanos. Entonces yo traté de echarme al hombro a Rosendo, pero el gediondo se le había colgado del hacha que aquel sostenía con sus engarrotadas manos. Y no valió fuerza ni maña; no pude alzarlo. Entonces lo enlacé y así lo hice andar antes de que le cascaran el segundo pedradón pues ya lo habían escalabrado. Ya en el claro Rosendo se calmó poco a poco, pero me tocó esperarlo un buen rato a que se limpiara la mierda que le embardunaba todo el cuerpo, porque del puro miedo se había cagado.

Además la herida que llevaba en la cabeza le sangraba bastante y le dolía.

— Déjeme seguir adelante compadre, me dijo con voz de moribundo.

— Está bien le respondí. Y todavía nos faltaba pasar por otros bosques. Yo le dije a Rosendo que pasara lo que pasara que siempre continuara andando porque ese era el único remedio. Y más adelante otra vez la mano de piedra, acá cerquita. Las oíamos silbar encima de nuestras cabezas para totiarse a diez centímetros de nosotros y en toda dirección. Siga compadrito siga, le gritaba a mi compañero. Yo sentía que ya casi me agarraban pero sabía que tampoco es bueno volver la jeta. Así que empecé a quedarme, a encalambrárseme todo. Pensé en el pedradón que ya me llegaba y en que ese era mi fín. Pero hice el esfuerzo más grande de mi vida y continué andando, lentamente pero andando.

La totiazón continuaba a mi lado pero así llegue al claro donde está mi casa. Me había salvado.

Al llegar le dije a mi mujer que se levantara y nos hiciera café bien cerrero y caliente porque nos habían asustado. Rosendo se repuso como a la media hora y me dijo: compadre todavía siento el olor a mierda de borracho, pero yo ya me lavé. Será parte del susto? No compadrito le respondí, lo que pasa es que yo también estoy cagado!

LOS CUENTOS DE PASCUAL
Mitos y Leyendas del piedemonte llanero

ALBERTO BAQUERO NARIÑO




EL PISILLO DE CARNE SECA - Gastronomía Criolla





El pisillo, es una de las más humildes y criollas recetas de la llanura Colombo-venezolana. El pisillo se acostumbraba a preparar con carne de chiguire o venado  cuando abundaban estas especies de animales, que una vez cazados se despostaban, se  salaban y se secaban al sol. Luego se freían en manteca de cerdo junto con cebolla y tomate, para luego machacarse con una piedra ó con un pilón. Hoy el hombre de la llanura es un poco más considerado cuidadoso de su fauna y prepara este plato con carne de res seca.
Este plato típico  se acompaña con arroz blanco ó frijoles, con cazabe ó yuca sancochada, con tajadas de topocho ó plátano verde o maduro....


Carne de res salada colgada en la tasajera secándose al sol .
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Ingredientes

1 taza de cebolla rallada
2 dientes de ajo machacados
½ cdta. de orégano seco, molido
½ cdta. de comino, molido
1 kg. de falda de res
3 cdas. de aceite
½ taza de cebolla finamente picada
Sal y pimienta negra al gusto.


PREPARACIÓN:
1. Mezcle en un tazón pequeño la cebolla rallada, los ajos, la sal, la pimienta, el orégano y el comino. Unte la carne con esta mezcla, y deje marinar tapado en la nevera, de 1 a 2 horas.


2. Coloque toda la preparación en un caldero, y lleve a fuego medio. Cocine la carne en su jugo durante 45 minutos, o hasta que ablande.


3. Retire la carne del fuego, reserve el líquido de cocción. Desmeche la carne en tiras muy finas, desechando cualquier resto de grasa que pueda tener.

4. Caliente el aceite en un caldero amplio, sofría la cebolla picada por 3 minutos, agregue la carne y mezcle bien. Añada el líquido que se reservó de la cocción, y cocine a fuego bajo, revolviendo constantemente para que no se queme, hasta que esté dorada, seca y brillante, unos 30 minutos más.

Receta escrita por: Liselotte Salinas.