Sección Desde Llano Adentro

La Calle de Las Talabarterías

 LOS ARTESANOS DEL CUERO  Historias de Villavicencio


Es la historia de una industria que prosperó mucho al lado del oficio de la ganadería. En nuestro territorio de siempre ha tenido una vocación ganadera, y al lado de esta actividad pecuaria prosperaron las talabarterías donde los artesanos del cuero, elaboraban a mano guarniciones para las caballerías, hermosas sillas y aparejos para la monta de los caballos de los vaqueros en las largas faenas de ganadería.   Los veteranos artesanos del cuero, ellos muy curtidos de experiencia en la elaboración de las sillas de montar caballo y otros accesorios que utilizaban los vaqueros en las faenas de ganadería.

Esta es la calle de las talabarterías una de las más antiguas en Villavicencio, llamada así, pues por la industria artesanal del cuero que aquí prospero hace muchas décadas atrás y que hoy se resiste a desaparecer con estos almacenes y pequeños talleres de talabarterías que aún quedan, testigos de lo que fue una época de oro en esta ciudad que creció con el auge comercial de la ganadería.  En estos viejos almacenes situados en la antigua calle de las talabarterías aún se fabrican y se exhiben estas finas monturas, aparejos para equinos, y demás accesorios de la vaquería. Cada una de estas piezas de arte traducidas en monturas equinas, son la evidencia de que el arte de la talabartería sobrevive salvaguardando la expresión y la memoria de oficios tan antiguos y ligados uno del otro como la talabartería y la vaquería.

Talabartero en Villavicencio.
Este oficio apareció en Villavicencio debido a que el transporte en los llanos y en todo el país se daba en caballos y mulares. Se dice que los viajes de ganadería entre Arauca y Villavicencio tardaban entre 30 y 50 días y debido a estos viajes la demanda aumento considerablemente convirtiéndose en una industria de gran prestigio tanto en los cueros que empleaban, como en la extrema calidad de las sillas y aparejos fabricados a mano.

La historia registra que el oficio de la talabartería fue traída por los españoles a América donde se propagó con los religiosos misioneros, pero los indígenas americanos ya eran expertos en el arte del cutido de las pieles antes de la llegada de los conquistadores.

Existieron muchas talabarterías en Villavicencio según registros históricos se dice que la primera talabartería fue la de Don Adán Baquero alrededor de 1949, le siguió la de Don Abel Gómez, Luis Pachón, Heli Rojas, Gustavo Torres, Jorge Tulio Parrado, Luis M. Rojas, Heraclio Rey, José Neftalí Hernández Rafael Cadena, Isidro Chingaté, Luis Martín Corredor, Alberto Mejía, Don Manuel Fierro y Don Seferino Tejedor Preciado entre otros más.

Ya quedan pocas talabarterías ubicadas en los antiguos locales de la calle entre ellas Talabartería Las Corocoras, Talabartería de los llanos, Talabartería Ramírez, El Baquiano y El Baquero y aún hoy continúan desapareciendo. Calle arriba en un pequeño local que aún permanece.
Don Ceferino Tejedor Preciado.
Don Zeferino Tejedor quien se instaló desde 1953 en esta histórica calle, es uno de artesanos del cuero que sobreviven a todo ese embate del plástico de la modernidad. Don Zeferino a sus 87 años de edad es un curtido y diestro artesano de las monturas y además portador de toda la sabiduría de este oficio que hoy se ha convertido en patrimonio cultural. Según antiguos talabarteros las materias primas, los cueros curtidos, de traían de Cundinamarca y Boyacá, y los herrajes de la capital. Los Talabarteros eran migrantes que viendo una buena plaza en Villavicencio, fueron llegando de  Cáqueza y de otros pueblos de Cundinamarca y Boyacá.

Juan Corredor
Don Juan Corredor Castell.
Don Juan Corredor Castell, es el hijo de Don Luis Martín Corredor un talabartero quien falleció hace muchos años, y quien junto con otros artesanos que fueron llegando con el tiempo a Villavicencio por allá desde 1938, formaron en esta calle del gremio comercial de las talabarterías que progresó gracias al auge comercial de las ganaderías que pasaban por Villavicencio con destino a la ciudad de Bogotá la capital de Colombia. 

Hoy ya no hay viajes de Arauca a Villavicencio, ya nadie trajina una montura como antes y las sillas se consiguen fácilmente en Casanare, quedan pocos clientes que dentro de estos los que participan en cabalgatas, eventos feriales de exposición, vaquerías de espectáculo, pero el caballo para viajes de prolongadas jornadas, ya no se utiliza. El ganado desde llano adentro hoy se embarca en planchones por el río Meta y posteriormente en camiones que lo lleva a la capital.

Hoy las talabarterías y estos artesanos del cuero hacen frente a la gran invasión de los artículos plásticos de la industria China, innovando, actualizando y modernizando sus artículos de acuerdo a las exigencias y demandas de sus clientes.

Muchos de los locales que ayer fueron talabarterías sobre esta calle, han cerrado y en la actualidad se abren otro tipo de negocios



A Continuación, les dejamos este enlace que los conecta con un corto documental, donde registramos a algunos de estos artesanos del cuero dando testimonio sobe aquella época de oro en la Calle de las Talabarterías 👉🏽 LOS TALABARTEROS Y LOS VAQUEROS HISTORIAS PARA CONTAR

 

Bibliografía consultada para este artículo.

Revista Samán. - Corporación Centro de Historia de Villavicencio. Blanca Nelly Quiroga Armado.

 

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