Sección Desde Llano Adentro

EVOLUCIÓN DEL TRAJE LLANERO

 Un Recorrido Por La Historia De Los Llanos Colombovenezolanos.



El profesor Jairo Ruíz Churión ha dedicado su vida al estudio e investigación de la historia de los llanos Colombovenezolanos. Nacido en Orocue Casanare, desde donde su arraigo le dio el impulso y la inspiración para investigar y realizar varios ensayos y escritos históricos sobre los llanos, en particular sobre su tierra natal un histórico puerto donde hubo hasta un consulado alemán. A Orocue, prospero puerto al margen izquierdo del río Meta, llegaban vapores desde Europa, trayendo y llevando mercancías. “Orocue tuvo su época de oro y fue el puerto más importante de la Orinoquia” afirma con nostalgia, pero con seguridad el profesor Jairo Ruíz Churión. De ahí resultó la inspiración para escribir su novela “Raíces y Sueños” publicada por la Universidad de los Llanos en octubre de 2021. 👉Raices y Sueños🏽Ver reseña

Jairo Ruíz Churión fue funcionario fundador de la Universidad de los Llanos y allí laboró por más de dos décadas, siendo también docente de la catedra de la Orinoquia, dictando además su catedra de historia en la Corporación Universitaria del Meta en Villavicencio.

Mexa Grametha, Methacuyá, El Meta, publicado en 1992 ha sido uno de sus libros más reconocidos que contempla la Historia del departamento del Meta. Son innumerables los aportes y el legado que ha dejado Jairo Ruíz a la historia regional.

Y precisamente en este blog de Canal Llanero, queremos presentar una de las obras del Profesor Jairo Ruíz Churión que no se llegó a publicar y que pocos han tenido el privilegio de conocerla. Se trata de la “Evolución del Traje Llanero” una investigación apoyada por el instituto Caro y Cuervo, que inició a mediados de los años 80’s y logra finalizar a comienzos de los años 90’s. En síntesis, generalizada la obra consiste en un detallado relato apoyado en registros históricos, que nos llevan por los corredores de diferentes épocas desde la conquista española, la colonia, la época republicana e inicios del siglo XX, acompañado de la descripción de las condiciones socioculturales y económicas de los habitantes del territorio colombovenezolano.

Las telas y los trajes que se usaron durante el trascurrir de aquellos tiempos hasta mediados del siglo XX, también están didácticamente descritas en esta obra, en una serie de láminas que originalmente son acuarelas realizadas por el mismo investigador, y que hoy en día están exhibidas en la casa de la Casa de la Cultura Jorge Eliecer Gaitán de Villavicencio.

 Jairo Ruiz Churión ha sido en varias ocasiones nombrado jurado en el certamen del Joropódromo, celebrado dentro del marco del Festival Internacional del Joropo, allí con argumentos y justa razón, descalifica las parejas de baile de las diferentes academias de joropo, que usan trajes que no hacen alusión al arraigo y a la tradición cultural llanera, llegando a controvertir con los directores de dichas academias, que desdibujan la identidad del territorio.

Para terminar con esta controversia hoy se ha creado otra modalidad en el certamen del Joropódromo, y se le ha denominado el  baile, danza moderna o joropo de espectáculo para justificar dentro del certamen los trajes, los pasos y coreografías que no hacen  alusión a la tradición llanera.

Los dejamos entonces con este gran legado para investigadores, estudiantes y amantes de estos temas, es el recorrido histórico del traje llanero, que el profesor Jairo Ruíz Churión imprimió con sus propias manos en una máquina de escribir y pintó con los colores de la historia llanera.

 

                                                                                               Alex Guzmán Alvis.

                                                                                         Comunicador Social Periodista

                                                                                         Director Blogspot Canal Llanero.




La Calle de Las Talabarterías

 LOS ARTESANOS DEL CUERO  Historias de Villavicencio


Es la historia de una industria que prosperó mucho al lado del oficio de la ganadería. En nuestro territorio de siempre ha tenido una vocación ganadera, y al lado de esta actividad pecuaria prosperaron las talabarterías donde los artesanos del cuero, elaboraban a mano guarniciones para las caballerías, hermosas sillas y aparejos para la monta de los caballos de los vaqueros en las largas faenas de ganadería.   Los veteranos artesanos del cuero, ellos muy curtidos de experiencia en la elaboración de las sillas de montar caballo y otros accesorios que utilizaban los vaqueros en las faenas de ganadería.

Esta es la calle de las talabarterías una de las más antiguas en Villavicencio, llamada así, pues por la industria artesanal del cuero que aquí prospero hace muchas décadas atrás y que hoy se resiste a desaparecer con estos almacenes y pequeños talleres de talabarterías que aún quedan, testigos de lo que fue una época de oro en esta ciudad que creció con el auge comercial de la ganadería.  En estos viejos almacenes situados en la antigua calle de las talabarterías aún se fabrican y se exhiben estas finas monturas, aparejos para equinos, y demás accesorios de la vaquería. Cada una de estas piezas de arte traducidas en monturas equinas, son la evidencia de que el arte de la talabartería sobrevive salvaguardando la expresión y la memoria de oficios tan antiguos y ligados uno del otro como la talabartería y la vaquería.

Talabartero en Villavicencio.
Este oficio apareció en Villavicencio debido a que el transporte en los llanos y en todo el país se daba en caballos y mulares. Se dice que los viajes de ganadería entre Arauca y Villavicencio tardaban entre 30 y 50 días y debido a estos viajes la demanda aumento considerablemente convirtiéndose en una industria de gran prestigio tanto en los cueros que empleaban, como en la extrema calidad de las sillas y aparejos fabricados a mano.

La historia registra que el oficio de la talabartería fue traída por los españoles a América donde se propagó con los religiosos misioneros, pero los indígenas americanos ya eran expertos en el arte del cutido de las pieles antes de la llegada de los conquistadores.

Existieron muchas talabarterías en Villavicencio según registros históricos se dice que la primera talabartería fue la de Don Adán Baquero alrededor de 1949, le siguió la de Don Abel Gómez, Luis Pachón, Heli Rojas, Gustavo Torres, Jorge Tulio Parrado, Luis M. Rojas, Heraclio Rey, José Neftalí Hernández Rafael Cadena, Isidro Chingaté, Luis Martín Corredor, Alberto Mejía, Don Manuel Fierro y Don Seferino Tejedor Preciado entre otros más.

Ya quedan pocas talabarterías ubicadas en los antiguos locales de la calle entre ellas Talabartería Las Corocoras, Talabartería de los llanos, Talabartería Ramírez, El Baquiano y El Baquero y aún hoy continúan desapareciendo. Calle arriba en un pequeño local que aún permanece.
Don Ceferino Tejedor Preciado.
Don Zeferino Tejedor quien se instaló desde 1953 en esta histórica calle, es uno de artesanos del cuero que sobreviven a todo ese embate del plástico de la modernidad. Don Zeferino a sus 87 años de edad es un curtido y diestro artesano de las monturas y además portador de toda la sabiduría de este oficio que hoy se ha convertido en patrimonio cultural. Según antiguos talabarteros las materias primas, los cueros curtidos, de traían de Cundinamarca y Boyacá, y los herrajes de la capital. Los Talabarteros eran migrantes que viendo una buena plaza en Villavicencio, fueron llegando de  Cáqueza y de otros pueblos de Cundinamarca y Boyacá.

Juan Corredor
Don Juan Corredor Castell.
Don Juan Corredor Castell, es el hijo de Don Luis Martín Corredor un talabartero quien falleció hace muchos años, y quien junto con otros artesanos que fueron llegando con el tiempo a Villavicencio por allá desde 1938, formaron en esta calle del gremio comercial de las talabarterías que progresó gracias al auge comercial de las ganaderías que pasaban por Villavicencio con destino a la ciudad de Bogotá la capital de Colombia. 

Hoy ya no hay viajes de Arauca a Villavicencio, ya nadie trajina una montura como antes y las sillas se consiguen fácilmente en Casanare, quedan pocos clientes que dentro de estos los que participan en cabalgatas, eventos feriales de exposición, vaquerías de espectáculo, pero el caballo para viajes de prolongadas jornadas, ya no se utiliza. El ganado desde llano adentro hoy se embarca en planchones por el río Meta y posteriormente en camiones que lo lleva a la capital.

Hoy las talabarterías y estos artesanos del cuero hacen frente a la gran invasión de los artículos plásticos de la industria China, innovando, actualizando y modernizando sus artículos de acuerdo a las exigencias y demandas de sus clientes.

Muchos de los locales que ayer fueron talabarterías sobre esta calle, han cerrado y en la actualidad se abren otro tipo de negocios



A Continuación, les dejamos este enlace que los conecta con un corto documental, donde registramos a algunos de estos artesanos del cuero dando testimonio sobe aquella época de oro en la Calle de las Talabarterías 👉🏽 LOS TALABARTEROS Y LOS VAQUEROS HISTORIAS PARA CONTAR

 

Bibliografía consultada para este artículo.

Revista Samán. - Corporación Centro de Historia de Villavicencio. Blanca Nelly Quiroga Armado.

 

EL MARRANO DEL LLANO


EL CERDO CRIOLLO LLANERO CASCO DE MULA

Las exportaciones masivas de ganado bovino desde Colombia para surtir de carne a otros países, ha tenido como resultante la disminución del hato ganadero a nivel nacional, mientras se recupera el número de cabezas de ganado criando y cebando. Y como consecuencia a estas exportaciones los precios de esta carne de bovino han aumentado dentro del mercado del territorio colombiano. Hay que tener presente que para criar y cebar un bovino hasta estar listo para su sacrificio y beneficio hay que esperar en promedio dos años y medio.

Pero afortunadamente hay más ofertas, otras alternativas para surtir de proteína animal a los colombianos como es el pollo y el cerdo. Y en este articulo incursionamos en la ganadería porcina del cerdo criollo casco de mula.

Las diferentes razas de cerdos criollos en Colombia, comparten su origen con el cerdo ibérico que hace más de 500 años, fueron traídos por los españoles a nuestro territorio.

El aislamiento geográfico y las condiciones climáticas en las respectivas regiones donde se propagaron, contribuyeron a la adaptación de estos cerdos y a generar cambios en sus genes y fenotipos generándose las razas de cerdos criollos en Colombia.
Es el caso del cerdo criollo casco de mula adaptado en la región de la Orinoquia. Estos cerdos se caracterizan por su piel oscura y su pelaje grueso, lo que les permite soportar altas temperaturas, intensa radiación solar y fuertes precipitaciones. Estas características fenotípicas los hacen ideales para sistemas de cría al aire libre, donde se benefician del pastoreo y la suplementación con forrajes.

El cerdo criollo colombiano "Casco de Mula" se llama así por la forma única de sus pezuñas, que parecen un casco de mula. Esta característica se debe a una condición llamada sindactilia, donde las dos falanges de la pezuña están fusionadas. Esta fusión es una adaptación que ha permitido a la raza prosperar en las condiciones difíciles de la región de la Orinoquía.

Las hembras del criollo casco de mula son reconocidas por su excelente habilidad materna. Son protectoras y capaces de criar a sus lechones sin la necesidad de toda la indumentaria técnica que existe en la porcicultura industrial, incluso en condiciones al aire libre.

La vida reproductiva de las hembras casco de mula dura hasta los tres años, pariendo dos veces al año. Estas cercas son precoces y comienzan a reproducirse a una edad temprana, logrando entre seis y siete partos a lo largo de su vida, “con un tamaño promedio de camada de 8.25 lechones.

 Debemos decir que para producir el cerdo criollo casco de mula, desde su cría, levante y ceba, hasta el sacrificio y beneficio, se tarda 9 meses con una buena dieta puede alcanzar un peso promedio de 70 kgs. además de las diferencia en la gran calidad de su carne magra, baja en grasa y exquisito sabor que lo diferencian del cerdo comercial, lo cual es una ventaja comparativa frente a la ganadería bovina, ya que se recupera la inversión, en menos de un año y se  obtienen buenas utilidades en estos tiempos donde la demanda de proteína animal va en aumento.  

El cerdo criollo casco de mula posee características muy rudimentarias, es un cerdo muy adaptado a esta región. Es un cerdo que su pelaje lo hace resistente a los rayos solares, a diferencia de otras razas comerciales que tienen problemas con los rayos solares o al menos necesita un tiempo para adaptarse a un modelo en pastoreo.  El casco de mula por su pelaje y rusticidad no tienen problemas con los rayos solares lo cual les permite pastorear al aire libre durante todo el día. Desde luego el cerdo rosado o cerdo comercial necesitará de un tiempo para adaptarse al pastoreo.

La importancia del manejo al aire libre es que los animales se sostienen con las pasturas de los potreros, en la granja banco de germoplasma Porcicola de Agrosavia, C.I. La Libertad en Villavicencio Meta, hay pasturas establecidas con arachis pintoi o maní forrajero una leguminosa que les proporciona un 18% de proteína, muy palatable, que aprovechan en todas las etapas de crecimiento. También se tienen pasturas en lotes de 1600 mts. Cuadrados con el pasto llanero y el pasto massai. En cada lote pastan de 22 a 26 animales y se hacen rotaciones de potreros cada dos días.

Es importante señalar que Aquí se hace un cruzamiento circular cíclico donde el macho de la familia 1 monta la familia dos, el macho de la familia 2 monta la familia 3 y así sucesivamente, y cada dos años se hace el cambio genético para evitar la consanguinidad.

El panorama a nivel comercial de la porcicultura criolla, se está fomentando por sí sola, aunque se dice que los criollos no son muy competitivos a la hora de obtener ganancia comercial alimentaria, pero en este modelo de crianza de ganadería porcina, bajo condiciones de pastoreo y suplementando con eficiencia, está demostrando lo contrario compensando los costos de su producción.