Tambien debo contar dentro de la experiencia que viví allí en aquella casona, que a Doña Chavita no le gustaban las cámaras, ni los periodistas, ya que hacía unos 8 años anterior a mi visita, un periodista de un reconocido medio nacional la visitó, la entrevistó y publicó una historia bastante tergiversada que indignó de sobremanera a Doña Chavita. Sin embargo gracias a la influencia del profesor Jairo Ruíz pariente de Doña Chavita, que nos acompañaba en ese momento, ella tomó confianza con nosotros y permitió las fotografías. Pero antes de relatarnos su historia, y ganar su confianza, yo había montado mi cámara de video sobre el trípode y encuadré a doña Chavita que se encontraba sentada en una larga banca, y le comente la intención de grabar una entrevista, a lo cual ella se negó rotundamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario