Con una arquitectura muy propia que se originó en la época de los primeros asentamientos de las haciendas Jesuiticas en los llanos, estos ranchones han sido por tradición los que han albergado a los llaneros por generaciones.
Hoy quedan pocos ranchos con techo de palma y la teja de zinc a entrado a reemplazar el material natural. Tradicionalmente un techo construido en palma de moriche o palma real, llegaba a durar hasta 12 años dependiendo de la calidad de la construcción y la calidad de la materia prima.
Una causa que ha ido cambiando el aspecto de la vivienda típica llanera, se debe a la prevención de la enfermedad de "el mal de chagas", ya que el techo de palma es propicio para que "el pito" insecto que produce la enfermedad, se aloje en estos techos de palma, poniendo en riesgo la salud de quienes habitan el ranchón.
Aunque las tejas de zinc no brindan esa protección termo aislante que tiene el techo de palma, es un material con una extraordinaria durabilidad que definitivamente ha hecho un bien al medio ambiente, evitado que se corten palmas. Alex Guzmán Alvis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario